Hace tiempo un colega me pidió un libro caligrafiado con unas estrofas de una de sus canciones. Yo no hago encargos porque, desgraciadamente, hacer un libro totalmente artesanal cuesta mucho (sólo con doblar las hojas a mano, se me van dos semanas), principalmente porque no tengo maquinaria que me ayude (tardo dos semanas porque tengo que poner las hojas entre dos tablas enganchadas a cuatro tornillos y con peso encima, no tengo prensa. Es lo que hay) (por eso publico tan poco y tan de tanto en tanto). Pero como es amigo, sabía que lo entendería y que no le importaría esperar a que lo terminase, vamos que me lo podía tomar con calma (Calma. Eso que no he llegado a dominar). Al fin lo terminé y con el permiso de mi amigo aquí está.
Este es el libro. Forrado con tafetán dorado y cerrado con cinta de terciopelo granate |
Hojas color crema y cinta de terciopelo granate |
Cabezada a juego |
Y aquí las caligrafías
Espero que esté contento con el resultado, yo, como siempre, lo estoy a medias. Nunca volveré a poner una cinta de terciopelo para marcar, es una maravilla por lo bonita que es, pero deforma el libro porque es muy gruesa. Hace poco me paso algo parecido con flores secas. Son muy bonitas, pero a la hora de trabajar con ellas se transforman en un infierno, hay que robozar de cola la hoja para pegarlas, se rompen, la hoja queda brillante por la cola y queda horrible... Bueno, son cosas que te parecen preciosas pero a la hora de la verdad... irrealizables. Que pena.